Roma
Roma (2018) |
Tuve la suerte de mirar Roma en el cine. Cuando me había resignado totalmente a que la miraría en mi televisión cuando se estrenara en Netflix, me enteré de que siempre sí sería proyectada en esta ciudad casi siempre olvidada. Por suerte, también, estaba de visita el Bebé, así que sin pensarlo nos lanzamos al Centro Cultural Paso del Norte por nuestros boletos.
Llegamos al cine cansados y con sueño pues habíamos fracasado en nuestra búsqueda por un café a la vez que tratábamos de llegar a tiempo a la primera función proyectada. Sin embargo, y más allá de todo el sueño que tenía, una vez que comenzó la película se me olvidó que apenas había dormido por la noche y que en todo el día solo había comida un plato de ensalada.
Roma comienza con el típico logo de Netflix, pero eso sí, a blanco y negro. Desde ahí supe que esto sería algo distinto. Y ese es el objetivo principal de estas palabras, demostrar lo valiosa que es la película de Cuarón en estos días. Roma es una película que rompe de manera constante con clichés y estereotipos a la vez que es rebelde en su discurso político.
Para comenzar, esta película pertenece a la plataforma de streaming que ya todos conocemos, y a pesar de ello, de ser propiedad exclusiva de esta empresa, se logró que pudiera ser proyectada en cines selectos del mundo antes de ser estrenada en la misma plataforma. ¿Cuántas series o películas de esta empresa recuerdan que hayan tenido una importancia tal como para que eso sucediera? Así de primera, yo no recuerdo ninguna.
Ahora bien, es importante darnos cuenta también que es una película a blanco y negro, y pudiera parecer que esto no tiene mucho valor, pero pensemos en las películas que en los últimos años han ahogado las salas de cine y todas ellas, sin excepción, son películas con muchísimos colores muy brillantes y en donde todo es muy llamativo. El ejemplo más claro de esto que digo son las películas de superhéroes. No obstante, que la película esté a blanco y negro, también es un recurso que utiliza el director para poder recrear la memoria. Cuando nosotros pensamos en el pasado, es imposible recordar todo exactamente tal cual es, cambiamos sucesos, sonidos, olores y por supuesto, los colores. Sin dejar de ser también, una referencia y tributo al neorrealismo italiano, del que tanto se ha hablado en los últimos años desde que se estrenó, también en Netflix, la segunda temporada de Master of None.
La forma de filmar la película también fue distinta a cómo los manuales dicen que se debe hacer. Cuarón, para empezar, no fue a la segura y contrató actores y actrices probados, y eso que después de ganar un Óscar con Gravity, pudo haber contado con casi cualquiera de Hollywood. No, este director buscó -y logró- crear un casting con personas que, incluso nunca habían actuado en su vida. Yalitza Aparicio es ejemplo máximo pues es la protagonista. Así pues, Cuarón, filmó de manera cronológica la película y además, nunca le dio el guión a nadie. Cada día antes de grabar les daba una parte a algunos en el set y a otros solo les decía cómo debían reaccionar o a donde dirigirse y ellos, actores y actrices, tenían que improvisar casi todas las líneas. Esto es un punto fuerte, pero quizá por ello, también que los diálogos sean uno de los pocos puntos débiles de la película. No obstante, también gracias a ello, las relaciones entre los personajes resultan muy naturales y cotidianas.
Y es que precisamente ese es otro punto importante de la película. Trata sobre la cotidianidad. No es una película épica, es una que trata de mostrar al público la belleza de la vida ordinaria. Una belleza que se encuentra en la memoria, en los objetos comunes que nos rodean, en los sonidos, en las relaciones con los demás, en el amor y el dolor de cada día.
Para seguir con esta línea que plantea a Roma como una película que era muy necesaria para romper con los estereotipos y clichés en los que estábamos hundidos, tenemos que es una película protagonizada por mujeres, principalmente Cleo, interpretada por la asombrosa Yalitza Aparicio. En esta historia las mujeres no están al servicio de los hombres para contar una historia, son ellas las principales protagonistas y sobre quienes giran todos los problemas y soluciones. Son ellas las que enfrentan al mundo, no un mundo épico como ya se mencionó, sino el mundo cotidiano que no por ello deja de ser brutal y violento hacia las mujeres. Y no solo las mujeres, sino las mujeres indígenas y de clase baja.
Es por eso que el filme de Cuarón también incorpora de forma natural en los diálogos la lengua materna de la protagonista, el mixteco. De esta manera presenta no solo la cotidianidad con las que el sector índigena de México vive todos los días, sino también presenta al espectador, mexicano o no, que estas lenguas siguen vivas. Estas personas siguen vivas y son de carne y hueso y de manera constante las ignoramos como sociedad aunque estén ahí.
Sobre Roma se podrían hablar horas, del mensaje, de la importancia de que sea proyectada en estos días, de que sea proyectada como fue proyectada y en donde fue proyectada. Pero terminaré con otros dos aspectos que me parecieron valiosísimos y que de manera constante fueron desapercibidos. El primero es que no hay banda sonora en la película, y de ello me di cuenta solo hasta el final que aparecieron los créditos y todo quedó en silencio y pensé "cabrón, no hubo banda sonora en toda la película, siempre fueron los sonidos del día a día lo que le dieron MÚSICA al filme. Y por otro lado, el único desnudo que hay en la película es por parte de un hombre. Esto podría parecer sin importancia pero piensen en todas las películas que han mirado en donde hay desnudos, no solo mexicanas, en general, y podría jurar que 9 de cada 10 fueron realizados por mujeres. Esto tiene dos objetivos desde mi punto de vista; el primero que aquí no se busca cosificar el cuerpo femenino y tampoco presentar un estereotipo de belleza femenina y segundo, demostrar que el cuerpo masculino también es bello y puede ser tan "artístico" como el otro. Muestra clara de ello es la forma en la que este desnudo se presenta en pantalla. En la sala de cine y la primera vez que la miré no pude evitar -y no solo yo- soltar una risilla, pero al seguir contemplando la escena dije "wey, esto es hermoso".
Y bien, ahí mis comentarios sobre la película. Comentarios que surgieron, al igual que la mayoría de mis reflexiones cuando veo, escucho o leo algo así de diferente, en las palabras de Albert Camus: Es, pues, necesario que la rebeldía saque sus razones de sí misma, ya que no puede sacarlas de nada más. Y esta película es rebelde en muchos aspectos.
Man, escribí acá chida pero maldita tecnología me traicionó, cuando pinche publicar me manda a entrar a mi cuánta Google y valió grillo, solo diré, negi las historias de """"indígenas""""" de clase """""""""baja"""""""" tambor son negi clish clish negi negi.
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